La madurez de un músico en 12 canciones
Tuvimos que esperar un tiempo que se nos hizo largo, muy largo, quizás demasiado para seguir maravillándonos con su prolijo pentagrama. Hasta que en Marzo, finalmente llegó a nuestras manos la última producción del genial Fito Páez, llamada "Confiá". Un disco que describe perfectamente las cualidades musicales y personales del carismático rosarino, mediante relatos e historias que bien pudieron ser extraídos de su vida personal o de las tantas experiencias de las cuales fue testigo en su larga y exitosa carrera como artista. El álbum consta de 12 canciones, cada una con diferentes matices respecto a la otra, pero sin descuidar los aspectos más sublimes que el músico adhiere a sus composiciones:
"Confiá", es la primera canción y el despegue perfecto para lo que vendrá después, una onda optimista emana de estas melodías, con letras simplemente encandiladoras, acompañadas por suaves notas; pero haciendo énfasis en las líricas, podemos sentir a un Fito absolútamente dedicado a enseñar (una constante que percibiremos en el desarrollo de todo el disco), "... cuando yo creí que estaba todo bien, en realidad estaba haciendo todo exactamente mal...", empeñado en demostrar que la única forma de confiar es dejando que el corazón mande sobre las millones de trabas que nos puede poner la mente; "... lo que pasó fue para bien, no lo trates de entender...", y quizás el resumen de la canción podría ser su última frase "... y si algo aprendimos en el mundo es que el mejor momento aún no vino, está por llegar... confiá...", Páez nos pide que confiemos en que todo lo que sucede, debe tener como comandante al corazón y sólo de esa forma sentiremos que es lo mejor que pudimos hacer, a pesar de que los resultados no sean, exactamente, los "mejores".
El segundo tema fue titulado "Tiempo al tiempo", y fue el sencillo promocional del disco incluso desde antes de su lanzamiento oficial. Una canción que está llena de mensajes y enseñanzas, propios de la madurez por la cual está atravesando el músico, "... cuidado con lo que querés, porque algún día lo podés conseguir...". Las melodías también son de corte suave, no existe un éxtasis melódico, una explosión en percusión ni nada por el estilo, es como una especie de trance que Páez quiere darnos para poder soltar bien sus líricas, todas ellas aparentemente extraídas de propias experiencias; "... cada día es una oportunidad de salir a la calle y enfrentar al viento...", es otro de los mensajes que me dejó esta gran canción. En este tema también comienza a darse esa relación del disco con el factor "tiempo", una idea a la que Fito recurrirá en la mayor parte de las canciones que vienen; usando al tiempo como remedio, como medio de transporte, y como fuente absoluta de inspiración (teoría iniciada por Giuliana Torres García, prácticamente una estudiosa de la música de Páez).
"M & M", es el tercer tema, una canción ideal para distenderse un momento, con melodías un poco más veloces que las anteriores, donde Fito narra la historia de dos chicas completamente diferentes en todo, origen, raza, religión, etc., pero con el común denominador de ser "chicas malas", ávidas de experiencias memorables, perdidas en la ciudad, y que encontraron en el narrador-protagonista al mejor compañero de vivencias, siendo la lírica más demostrativa la que pregona "... las chicas buenas van siempre al cielo, y las malas, donde quieren..."; Páez, como todo músico o escritor, prefiere al "ente conflictivo" que al demasiado correcto, incapaz de crear momentos dignos de ser contados.
En "La nave espacial", Fito narra otra interesante historia, la de una joven pareja que escapó de su ciudad para meterse en más de un apuro antes de llegar a su destino final, Río de Janeiro. En cuanto a las melodías, el músico trató de volver un poco a los orígenes de su arte, el Rock & Roll y el Blues, estilos que se sienten claramente en toda la canción.
Uno de los puntos más altos del disco es "London Town", para muchos el mejor tema del álbum, el más completo en cuanto a melodías y líricas. La melancolía de la línea melódica nos lleva a concluir que se trata de una balada con harto sabor a Beatles ("we can work it out"), y las letras nos llevan a un remoto momento, en el cual tratamos de revivir un pasado que simplemente ya pasó, y por eso es por demás perdido, "... lo que un día vi, no lo veo más...", rezan estas líneas repletas de tristeza, de esa sangre fuerte y valiente que nos da la verdad, y la verdad es que "... y lo que fue hermoso nunca más ya lo será..."; un mensaje directo al corazón de todos, quienes ya alguna vez perdimos algo que de alguna manera hemos querido recuperar, y la verdad aunque es cruda, siempre será la verdad, ya no se puede, simplemente eso, ya no se puede.
"Limbo Mambo" es un tema que concuerda perfecto con el anterior, quizás portando más optimismo, pero siempre con la pena de saber que lo que se pierde es irrecuperable, haciendo énfasis en lo que decíamos al principio, el corazón sobre la mente "... sólo se trata de caminar...", para que entendamos algo que él ya captó después de tantas vivencias, "... el tiempo cuenta al final lo que valió la pena...". Las melodías fusionan el folclor de la guitarra acústica y la baja percusión; repleta de bellos matices, "Limbo Mambo" es también una de las joyas de este gran álbum.
Una onda más alegre y optimista, pero sin dejar de lado el mensaje central, es el que trae "La ley de la vida", empezando con una frase demoledora "Todos le echamos fuego al leño del amor, a veces resulta y muchas otras veces no..."; la ley de la vida que Fito describe aquí, se define como la que está en medio de la acción - reacción (ley kármica) y la ley del Talión (ojo por ojo...), el equilibro perfecto entre hacer las cosas de corazón, pero siempre teniendo el cuenta el valor que se tiene a uno mismo, lo cual devendrá en buenas recompensas. Quizás varió un poco el mensaje que se envió al principio, pero las interpretaciones pueden ser diversas. En cuanto a las melodías, pues nos dan un aire más pop, ese estilo digerible que Páez exploró en "El amor después del amor" y que luego le trajo muy buenos resultados en "Circo Beat".
"El mundo de hoy" nos trae un estilo totalmente distinto a todos los que podemos percibir en el disco, un rock estadounidense chapado a la antigua, setentero, para los que le gusta relacionar la música con los años. Y las líricas combinan las dos tendencias más fuertes que hoy confluyen en el músico, la madurez y la locura de hacer las cosas sin pensarlo dos veces, resaltando la frase "... de los laberintos se sale sólo por arriba, vayamos por ahí a la deriva y no leamos las noticias que traen los diarios del mundo de hoy..."; la canción es además una crítica a la sociedad mundial, la que, según Páez, está pasando por un momento de degradación sentimental y cultural, contrastando dicho enfriamiento humano con el calor que hay en las ciudades debido a los acontecimientos ya conocidos en la capa de Ozono (aunque esto no lo dice exprésamente en el tema - es una conjetura mía).
Algunos seguidores acérrimos ya habíamos escuchado antes las notas de "Saliendo de tu prisión", en la inédita "Piano Mozart" de hace poco tiempo atrás. Salvo algunos cambios en las letras la canción es la misma, un tema que encandila por la suavidad de sus melodías, y que nos narra un momento íntimo en la vida de Fito, hablando de las personas y situaciones que extraña y de cómo se sentía en ese instante, seguramente en la habitación de un hotel, bajo la complejidad habitual de Mozart, formando la recordada frase "... Mozart no me hace bien, me hace sentir un vago, es buena la ocasión para tomarse un trago...". El extrañar también incurre en el tema "tiempo" del que hablábamos al principio, haciéndonos concluir que el disco se da en función a un pasado que el músico añora.
"En el baño de un hotel" es quizás la canción más disparatada del disco, sus melodías son rápidas, alegres y despiertan rápidamente el interés del oyente, usando nuevamente los recursos pop, quizás más parecidos a los utilizados en "El mundo cabe en una canción" (el tema entraría perfectamente a ese álbum). En cuanto a las líricas narra la historia de una loca muchacha que lo enamoró y de las aventuras que juntos pasaron, teniendo como escenario el baño de un hotel y la ciudad como universo.
Algo más fuerte y un poco más crítico es lo que se escucha en "Fuera de control", donde Fito logró hilvanar el rock más rítmico del disco, usando con fuerza los vientos y la percusión. En cuanto a las líricas pues el músico se empeña en expresar lo 'crazy' que se encuentra el mundo en la actualidad, donde los que nos gobiernan son locos, putas y demás gente fuera de control, todo parte de "... living in the city...", donde ya hace mucho tiempo Charly García predijo que esto podría pasar en su memorable tema "Yendo de la cama al living". Un lugar casi inhabitable pero a la vez sensacionalmente interesante.
"Desaluz" es para mí el mejor tema del álbum, y creo que por algo Fito lo dejó para el final. La canción, además de tener un nombre ambiguo y muy sugerente, cuenta con una melodía muy bien dotada, llena de matices exactos, tiempos precisos, y cambios estupendos; dejando melancolía por donde pasa, desgarradora y algo cruel también, "Desaluz" habla de momentos retraídos, extraños y secretos, y aunque la vida de un artista, dicen, no puede ser del todo secreta, queda la duda en cuanto al motivo o inspiración de la canción, ¿será acaso para aquella persona que Páez tanto amó, pero con quien lamentablemente no encontraba "futuro"?; la respuesta podría estar en estas líneas: "... sólo precisamos una casa amarilla, bajo los cielos del sol, te amaré sin razón, antes que 'desaluz'...", parece que finalmente el músico se dio cuenta de que lo único que les bastaba era el amor que se tenían, antes que cualquier otra cosa, por importante que sea. Nuevamente nos vemos frente al tiempo, al hecho de saber que se perdió y que ya no se puede recuperar. Pero estamos también ante una de las canciones más complejas de Fito en los últimos años, una verdadera joya.
Como ven, "Confiá" es un disco extraordinario; al margen de cualquier crítica (por más destructiva que sea) que se le haya hecho a su creador, aquí se volvió a demostrar que ese talento implacable que tantas veces nos deslumbró permanece intacto, lo que ha cambiado, sí, es su forma de ver el mundo, de acuerdo a las experiencias que le tocó vivir, y que ahora lo han hecho una persona rebosante de enseñanzas; para los fans de Fito esto es la gloria pura, pues ahora no sólo tenemos a un gran músico que nos hace sentir sus canciones con el corazón, sino que además tenemos a un verdadero maestro de vida, y con la calidad de sus composiciones el mensaje siempre llegará en el momento adecuado. Un álbum mágico, que todo melómano debe de tener en su discoteca.
Sólo me queda decir: Gracias Páez, por tanta magia.
Puedes ver la fuente original en: http://www.letrasdeunmelomano.blogspot.com/
Buen post, espero se diviertan en este próximo concierto ;)
ResponderEliminarhttp://olindacastaneda.blogspot.com/